No se si les ha pasado, pero a veces nos toca un colega que revisa y revisa una y otra vez el documento que le hemos entregado con una actitud de desconfianza e indecisión. Es peor si esa es la persona que debe darte el visto bueno o dar seguimiento al tema en que estás trabajando.
Me pregunto ¿dónde queda la eficacia si la demora persiste y hasta quedamos en un limbo de indefinición? Esto me recuerda mucho a la década de 1990 cuando estaba muy de moda hablar de calidad total. Por ejemplo, si había que responder una llamada el teléfono no debía sonar más de tres veces, la tercera era la vencida. Si debías entregar un trabajo no podías demorarte porque atrasabas otros procesos, también recuerdo mucho el término “política torpe” que hacía alusión a ciertos procesos que en vez de lograr progreso se convertían en una piedra en el zapato, impedían concretar y no aportaban valor.
No todo el mundo ha tenido la oportunidad de venir de una buena escuelita laboral. Yo tuve la oportunidad de estar en un lugar donde la capacitación y la vanguardia era indispensable para mantenerte en el mercado y ser cada día mejor. A ello se sumaba la importancia y participación dada al recurso humano, al que se consideraba valioso. En ese lugar se invertía en capacitar y desarrollar.
Ante un escenario en que sientes que no avanzas, lo mejor será aliarte a quienes ven del mismo modo la productividad, y tal vez, buscar opiniones que vayan en dirección a la consecución del trabajo para que el mismo se realice de la mejor manera y en los tiempos perfectos de cumplimiento, ya si no lo ves posible lo mejor será no convertirte en una demora más en los procesos sino buscar opciones afuera o lo que anhelas tener nuevamente.
Un profesional busca resultados palpables y que puedan producir un impacto positivo y claro para la organización. Si en tu caso tienes ideas nuevas sería bueno plantearlas. Si no son escuchadas al menos ve haciendo un portafolio con ellas. Quedará para ti esa evidencia como una carta de presentación en un futuro mejor empleo,
Seguiremos en otra vuelta.