En un hotel de la ciudad de Varadero, Cuba, la maquilladora e influencer panameña Shaila Valdés se casó con su prometido, el chef Yoan Silva. Se dieron el sí frente al mar la tarde del sábado 28 de mayo.
“Escogí ese hotel porque era el mejor tramo de playa que tiene Varadero; el agua turquesa, la arena súper finita, blanca”, cuenta Shaila en entrevista con revista Ellas desde Cuba, la tierra natal de su ahora esposo.
Fue una boda íntima de solo 50 invitados, entre familiares y amigos cercanos cubanos y panameños.
Shaila, quien también es reconocida en redes sociales por su emprendimiento El Jardín de Carmen, contrató el servicio de organización de bodas del hotel para celebrar su enlace. “Mi boda la hice básica, no quería estresarme, ellos se encargaron de casi todo”, detalla. De Panamá se llevó detalles puntuales para adornar las sillas y armar recordatorios, en los que incluyó café panameño.
Shaila y Yoan en fotos de preboda realizadas en Cuba y tomadas por el fotógrafo panameño Federico Galbraith. Imagen compartida en la cuenta de Instagram: @shailavaldes
La novia lució un vestido sencillo que pidió por internet y al cual le adicionó unas mangas de tul. Sobre su cabeza lució un tocado confeccionado por una artesana panameña, cuyo emprendimiento se llama Magnolia. El tocado tenía estrellas de mar, perlas, flores en cerámica y alambre bañado en oro. Los aretes eran unos zafiros azules que eran de su mamá.
Para la recepción se cambió de vestuario por un traje blanco sencillo que compró en Panamá y ya había usado para la sesión de fotos preboda. Pata este atuendo usó otro tocado de flores de Magnolia y unos pendientes de APM Monaco, regalos de su amiga Rina Laxman Aswani.
Al altar con una foto de su mamá
Shaila caminó hacia el altar acompañada de su suegro, de un lado, y del otro, del esposo de una muy amiga de su mamá, a quien su mamá (unos días antes de fallecer) les pidió que acompañaran a su hija en todo momento si ella llegase a faltar. La mamá de Shaila, quien se llamaba Carmen, falleció en diciembre de 2019.
La novia también llevaba en su mano una foto de su mamá que siempre conserva en su cartera.
“Mi mamá se fue de este plano con la ilusión de llevarme al altar, porque mi papá también falleció. Ella decía ‘yo quiero que tú te cases, quiero que encuentres un compañero de vida’. La tenía angustiada con el tema que le decía que el matrimonio no era para mí”, cuenta Shaila al confesar que era de las personas que decía que nunca iba a casarse y que nunca iba a tener hijos.
La novia camino al altar acompañada de su suegro (a la derecha) y del otro, del esposo de una muy amiga de su mamá. Shaila lleva en una mano su bouquet y en la otra, una foto de su mamá Carmen, quien falleció en 2019.
El enlace ocurrió durante un atardecer que la novia describe en color “naranja neón” y asegura fue un regalo de su mamá. La recepción de la boda era al aire libre. Después de un colorido atardecer, llovió, así que tuvieron que mover las sillas a un bohío. Su mamá decía que si llovía en una boda era una bendición. “Fue una lluvia especial, estoy segura que esa lluvia era ella; mi mamá dando su bendición”.
“Te conozco desde antes”
La pareja se comprometió el 6 de diciembre de 2022, el mismo día del cumpleaños de ella. No esperaba que Yoan le pediría la mano en esa fecha.
“Las chicas comienzan a pedir el hombre de sus sueños, pero realmente tienen que pensar qué le pueden brindar a ese hombre, uno tiene que estar emocionalmente bien. Empecé una búsqueda de yo estar bien después de la muerte de mi mamá; fui a terapia, empecé a entrenar, a comer saludable, a buscar el por qué no estaba bajando de peso. En esa búsqueda de mi mejor versión, comencé a comer sano y encontré un servicio de catering que lo manejaba un conocido. El que hacía mi menú era Yoan, me lo presentaron, y un año y medio después aquí estamos”.
Shaila dice que es como si se conocieran de antes: “como si ya hubiéramos vivido una vida, y aquí estuviéramos como repitiéndola, o algo nos quedó pendiente de la anterior y estamos haciendo lo que nos quedó pendiente. Todo fluyó tan bien”.
Por ello, Te conozco de antes, una canción de la cantautora panameña Erika Ender fue la que bailaron los recién casados en su boda. Erika, y su familia, enviaron además un mensaje en video a la pareja que se proyectó en la recepción, “casi se me caen las pestañas postizas de tanto llorar”, comenta Shaila.
La pareja se casó frente al mar, en un hotel de la ciudad de Varadero, Cuba, en una íntima ceremonia de solo 50 invitados.
La novia se llevó a Cuba algunos detalles de Panamá para adornar las sillas y armar los recordatorios.
* Suscríbete aquí al newsletter de tu revista Ellas y recíbelo todos los viernes.