Cada vez que llega a mí una pareja tan versátil y aventurera, dispuesta a casarse de manera atípica, de inmediato es un sí. Aunque sé que el trabajo requerirá de mayor esfuerzo, valdrá absolutamente la pena.
En julio de 2023 llega a mi Instagram un mensaje preguntando sobre lugares para casarse en Panamá (tipo elopement) y si hacía este tipo de bodas.
Una boda tipo elopement es una ceremonia minimalista, realizada en alguna locación especial donde los novios no residen (es decir, en otro país, las mayoría de las veces). Usualmente son bodas simbólicas, lo que quiere decir que ellos se casan previamente ante un juez o un notario. El evento en sí transcurre en el destino seleccionado y ese día hay una persona encargada de presidir la ceremonia. En este caso, tuve el honor de ser la organizadora de boda y de oficiar la ceremonia.

Ashley y David, una pareja de Estados Unidos que nunca había venido a nuestro país, decidieron casarse en Panamá, específicamente en la provincia de Chiriquí.

Los novios querían un sitio con vista al volcán o una cascada. En la búsqueda de diferentes lugares llega a nosotros Kiki; una cascada de 283 pies en la comarca Ngäbe Buglé a la que se llega luego de un trayecto de aproximadamente tres horas y media desde David. Esta es una de las cascadas más altas y caudalosas de Panamá.
Una locura para algunos, un reto para otros y un sueño para nosotros. Digo un sueño porque es la primera vez que se celebraba una boda en esta cascada. Las fotografías, como salidas de una postal; un equipo de trabajo comprometido a dar las 200 millas extras y, sin duda, unos novios fuera de serie.

La sesión de fotos pre boda se realizó en Volcán entre caballos, arcoíris y café.
Para casarse en la cascada solo fue necesario conversar con un guía turístico local a quien le explicamos lo que queríamos hacer. Ellos tenían un pick-up taxi que nos llevó. Luego, los guías nos llevaron por todo el camino a la cascada. Ellos también estaban felices por este acontecimiento.

El día de la boda empezó temprano. El maquillaje y peinado inició a las 8:30 a.m. en Boquete. De ahí salimos a las 10:30 a.m. Llegamos a Soloy a la 1:00 p.m. (corregimiento en la comarca Ngäbe Buglé). De ahí recorrimos un trayecto de 40 minutos en el pickup taxi. Continuamos en una caminata de 30 minutos llevando todo: vestido de novia, novio, champagne, ramo de flores, cámaras y mochilas. Hasta llevamos un cambiador de ropa portátil, super práctico, para que ellos se cambiaran ahí y no detrás de un árbol.

Como la boda era al aire libre, planificamos que fuese en temporada de verano. Los novios decidieron casarse el 29 de febrero; querían hacer todo menos tradicional. Como pasamos debajo de la cascada sí nos mojamos un poco, pero fue la mejor sensación del mundo, de esas que dices que te hacen sentir alive.
También era mi primera vez visitando la cascada Kiki. El fotógrafo sí la conocía. Sin embargo, hice mi investigación previa del lugar en cuanto a horas, dificultad del recorrido y clima.

En una boda elopement no hay invitados. En esta ocasión estuvieron los novios, fotógrafos, videógrafos, asistentes, guías turísticos y yo, la wedding planner. Hasta un perrito que nos acompañó.
Panamá tiene mucho para ofrecer y más en el mundo de las bodas y el romance; cada día hay más y más parejas que escogen nuestro país como su destino para casarse.


* La autora es wedding planner panameña.
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