Gabriela Garrido ha formado parte de los comités organizadores de la tuna de Calle Abajo de Las Tablas desde que tenía alrededor de 24 años de edad. “Si realmente tienes amor a tu tuna y tienes vocación te vas involucrando sin pensarlo. Es contagioso”, cuenta a Ellas.
Como vocal de la junta directiva de su tuna esos años, daba apoyo en cada detalle requerido. Si se necesitaba a alguien que cobrara boletos, pusiera cintillos o cargara implementos, ella estaba ahí. En 2019 y 2020 fue secretaria de la junta directiva de su tuna. Esto fue para los años de transición para la unificación de Calle Abajo de Las Tablas luego de la fragmentación de la tuna ocurrida en 2016.
Cree que para realizar este trabajo lo más importante es tomar consejo, escuchar a otras personas que han tenido esa experiencia. “Pienso que debe ser una entrega total, no un día sí y el otro no. No hay oportunidad de flaquear”.
Fue mamá de la reina de la tuna de Calle Abajo 2015. Su experiencia y su trabajo tras bastidores en años anteriores le permitió analizar con luces largas el panorama y lo que se requería para el momento en el que su hija fuese reina. “Ella quería ser reina desde que fue dama de Siria Saray a sus ocho años”. Desde ese momento empezó a ver los pros y los contras, y todo lo que hacían los papás de una reina. Preparar a su hija, sobre todo en el aspecto emocional, fue primordial. “Para que las reinas se muestren con un buen semblante y buena actitud, deben tener fortaleza y son cosas que se van inculcando”.