Conmemorando el aniversario 68 de la Escuela Experimental (18 de junio 18, 1956) y sus fundadoras. (por Norita Scott Pezet)
Carlos Scott Pezet (Pito) nació en 1947, hijo de la profesora Eleonora (Nora) Pezet de Scott. Ese dia cambió para siempre la vida de toda nuestra familia y amigos cercanos.
Algunos años después, nació Melinda, hija de la doctora pediatra Hermelinda (Melin) Cambra de Varela.
El hospital donde nació mi hermano Pito no lo identificó con el Síndrome de Down. En cambio, la Dra. Melin no tardó en reconocer que su hija Melinda era Down. En el Panamá de la época, poco se conocía sobre estos síndromes.
Gracias a un encuentro fortuito, entre Nora y Melin nació una amistad y una hermandad que duró toda una vida. Gracias a ellas, y a muchos que las apoyaron, lograron que hoy exista La Escuela Experimental (EE), lugar que sus hijos inspiraron.
La profesora Eleonora Pezet de Scott y la doctora Hermelinda Cambra de Varela, fundadoras de La Escuela Experimental. Foto Cortesía.
Pito vivió 63 años. Tuvo una vida plena, gracias a una mamá, que, como muchas, se dedicó en alma, vida y corazón a un hijo con necesidades especiales. Recibió el amor y el apoyo de la parentela Pezet y Herrera. Para mí, fue una fuente de enseñanzas.
Melinda también vivía en casa, rodeada de sus padres, hermanos y contaba con el apoyo y el amor de una numerosa familia extendida.
Pito y Melinda tuvieron la suerte de nacer en hogares donde había mucha paz, felicidad y personas que los aceptaban como eran.
La Escuela Experimental (que llamo La Escuelita) era lo más importante para Pito y Melinda. Después de las horas en ese maravilloso lugar, seguían una vida muy activa.
Pito participaba los sábados en las prácticas de olimpiadas especiales y en las competencias ganó muchas medallas. Pasaba los veranos en Penonomé, gozaba todos los días de baños en el Zaratí. Domingos de pizza en la capital. Viajes a Alaska, Grecia, Estados Unidos. Los Varela-Cambra también le aseguraban una vida muy activa a Melinda.
Melin y Nora fueron mujeres fuera de serie. Nora de la estirpe coclesana del maestro penonomeño Ángel María Herrera, primera mujer panameña graduada con altos honores en Educación Física en la Universidad del Sur de California. Melinda, rompiendo barreras como la segunda mujer médico del país.
Ambas profesionales con carreras exitosas en la capital panameña, dedicaban todo el tiempo libre que les quedaba a sus familias: a Pito, Melinda y La Escuelita.
Comenzaron con pocos alumnos, la mayoría Síndrome de Down. La Escuelita creció con más salones y áreas para actividades especiales. Tales como un gimnasio bajo techo, un salón amplio para reuniones, un taller ocupacional para los adultos y una piscina semi olímpica. Hoy dia aún falta un elevador para que todas las áreas sean 100% accesibles.
Todo esto logrado con esfuerzo propio, con rifas, con apoyo de la comunidad, porque la Escuelita es un plantel privado, y dependemos de las matrículas y mensualidades del estudiantado. Trabajamos para tener un pequeño fondo de becas para jóvenes de familias necesitadas, fondo que se alimenta con donaciones de personas, empresas e instituciones.
Obtener el apoyo para este tipo de causas es difícil, algunos no entienden por qué invertir en personas con necesidades especiales, porque no los ven como personas productivas.
Gretell Flores y Andrés Patterson, bailando en un acto folclórico en La Escuela Experimental. Foto Cortesía.
Desde que fundamos La Escuela Experimental (EE) han pasado 68 años de intenso trabajo, ya no están con nosotros Nora ni Melin ni Pito. Sonrío cuando pienso en los años maravillosos de los cuales fui parte. No los cambio con nadie ni por nada.
Dicen que Dios escoge a los padres de personas especiales. Debe ser porque creo que lo más importante en la vida de estas mujeres excepcionales era dar lo mejor a sus hijos y a otros como ellos.
Con esa mística nació La Escuela Experimental, La Escuelita, regentada por la Asociación Pro-Niños Excepcionales de Panamá (APNEP). Está ubicada en el corazón de la ciudad de Panamá. Los alumnos asisten al plantel desde las 7 de la mañana hasta las 3 de la tarde. Ellos tienen muchas actividades de tipo social y académico. Dan clases de música, informática, folklore, fonoaudiología, natación y otras. En el taller doblan bolsas de basura y hacen piñatas para la venta.
En pandemia nunca cerramos porque dábamos clases virtuales, difícil porque los alumnos lo que querían eran verse.
Para los que no tienen hijos matriculados en la EE, tenemos un programa de Amigos de la Asociación Pro-Niños Excepcionales de Panamá. Queremos que los Amigos participen con nosotros en esta labor educativa y de inclusión en la comunidad.
Vengan a conocer la escuela. Los invitamos a un tour. Llámenos al 223-7195 / 6440 5850.
Búsquennos en Instagram @escuelaexperimental; Facebook la escuela experimental. Puedes escribirnos al correo experimental@cwpanama.net.
* La autora es hija de profesora Eleonora (Nora) Pezet de Scott, una de las fundadoras de La Escuela Experimental.
* Las opiniones emitidas en este escrito son responsabilidad exclusiva de su autora.
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