Refrescante, mágico, de cuento de hadas y multicultural. Estas son las palabras que me vienen a la mente luego de ver la Final del US Open entre Emma Raducanu y Leylah Fernández, dos adolescentes que escalaron de manera histórica a la final en el Estadio Arthur Ashe y que de manera automática se convierten en ejemplos a seguir para muchos jóvenes.
La final del pasado sábado fue la final más joven desde la final entre Serena Williams y Martina Hingis en 1999.
Es increíble pensar en cómo esta final se llevó a cabo el sábado 11 de septiembre con un evento conmemorativo por los ataques ocurridos ahí en la ciudad de Nueva York en el año 2001 cuando ninguna de las dos finalistas había nacido ni tan siquiera, la canadiense Leylah Fernández tiene 19 años mientras que la inglesa Emma Raducanu tiene 18 años de edad.
Por un lado, Emma Raducanu entró en el torneo desde la clasificación y ocupando el lugar 150 del ranking. Estuvo en Wimbledon por invitación, se dio a conocer por llegar hasta los octavos de final en Londres conquistando los corazones de todos. Su gran sonrisa y su origen multicultural llaman la atención.
Emma nació en Toronto, se mudó a Londres desde los dos años, es de padre rumano, y de madre china. Como toda buena adolescente con cuenta de Instagram, describe en su perfil sus cuatro ciudades de origen Shenyang, Bucarest, Londres y Toronto.
La final más joven del US Open en 20 años
Llegó a Nueva York como la primera tenista en la historia, contando hombres y mujeres, en llegar a una final de Grand Slam desde la fase previa. Además, es la primera británica en ganar un Grand Slam desde que lo hizo Virginia Wade en 1977.
Leyla Fernández, la subcampeona también es de origen multicultural, es de padre ecuatoriano y madre filipino canadiense. Su padre ex futbolista profesional abandonó su carrera para dedicarse de lleno a entrenar a sus hijas.
El camino de Raducanu, fue impresionante tomando en cuenta que consiguió llegar a la final sin haber perdido un solo set. Fueron 10 encuentros de campeonato, tres de clasificación y siete del cuadro principal.
Fernández no llegó a la final de una manera menos impresionante. Leyla se convirtió en la primera jugadora en la historia del US Open y de un Grand Slam, que sin ser cabeza de serie elimina a la segunda y tercera favoritas. Dejó en el camino a Naomi Osaka, vigente campeona, también a Angelique Kerber, campeona del torneo en 2016, a Elina Svitolina, bronce olímpico en Tokio, y a Aryna Sabalenka, número dos del ranking mundial.
La británica, Raducanu, terminó conquistando Flushing Meadows por 6-4 y 6-3, ante más de 20.000 espectadores. El futuro del tenis femenino promete mucho con estas dos jóvenes atletas que se unen a figuras como Naomi Osaka y de seguro veremos muchas más revanchas entre estas dos adolescentes enfocadas. Para Raducanu, un camino de ensueño al pasar de graduarse de la secundaria hace tan solo unas semanas a acaparar todas las miradas en la Gran Manzana y en el mundo deportivo.