Las nuevas tendencias medioambientales están motivando a más gente y sobre todo a los jóvenes hacia un estilo de vida más sencillo y en armonía con la naturaleza. Es una necesidad en respuesta al cambio climático y a la agonía de nuestro planeta.
Existen muchas iniciativas como respuesta. Una que ha logrado captar la atención de las personas ha sido la permacultura. El término, que significa ‘cultivo permanente’, fue ideado en los años 1970 por los ecologistas australianos Bill Mollison y David Holmgren, para referirse a un diseño de asentamientos humanos sostenibles que, imitando la naturaleza, autoproducen lo que necesitan en perfecto balance con el entorno.
Hoy, los principios de permacultura se adaptan a cualquier sistema que aspira a ser sostenible y respetuoso con el medio ambiente y todos podemos aplicarlos en cualquier lugar, a cualquier escala, en nuestro balcón, cocina, en las áreas urbanas y rurales.
Los beneficios son múltiples, desde la producción de alimentos naturales, sanos y sin tóxicos, el cuidado de la tierra y de las personas, menos residuos, utilización de energías renovables, reforestación y recuperación de suelos degradados y, no menos importante, la cooperación y solidaridad y el sentimiento de comunidad que destaca en la práctica de la permacultura.
Existen muchas comunidades alrededor del mundo buscando apoyo en esos principios y transformando su estilo de vida.
En Panamá, poco a poco, se expande el interés por este planteamiento cultural y filosófico que propone trabajar con y no en contra de la naturaleza.
La permacultura florece en Panamá
Aprender esas bases y poner las manos en la tierra es, justamente, lo que se propone en la cuarta versión del Curso Intensivo de Permacultura, que se realizará del 28 de febrero al 1 de marzo en Villa Tavidá, una reserva privada de gran belleza natural escondida en la provincia de Coclé. Para información escriba a info@villatavida.com
Los expertos Carlos Fernández de ‘Huertas Donde Sea’ (Costa Rica) y Roberto Forte, doctor en Permacultura de McGill University, guiarán a los participantes con un programa teórico-práctico que incluye métodos de diseño permacultural, preparación de abonos y extractos orgánicos, entre otros temas.
Y, como en versiones anteriores, los participantes tendrán la posibilidad de traer su propio plano de jardín o finca en el que deseen trabajar, además de compartir un espacio de intercambio y degustación de una cocina sostenible y saludable, del huerto a la mesa.