El lunes 26 de noviembre, después del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, un grupo de latinoamericanas se reunió para el foro de dos días Mujer, ciudadanía y participación política sin violencia.
Su objetivo era debatir sobre una ley modelo interamericana para prevenir, sancionar y erradicar, la violencia contra las mujeres en la vida política.
La violencia doméstica hacia la mujer está contemplada en muchas legislaciones. Menos lo está la violencia en los espacios públicos, que incluye el “¡mamita, sí estás buena!” de la calle y los tocamientos en el transporte público. Ahora recién se empieza a hablar de la violencia en la arena política. Bolivia, Argentina y México lo están haciendo.
Para varias de las asistentes a este foro fue una revelación descubrir que no es “normal” el recibir ataques solo por estar en la política. “La violencia no es el costo de estar en política”, dijo Luz Patricia Mejía Guerrero, expositora y secretaria técnica del Mecanismo de Seguimiento de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, Mesecvi.
Para trabajar, pero no para liderar
La investigadora panameña Urania Ungo, también miembro del Mesecvi, expuso el tema Antecedentes de la Declaración sobre Violencia y Acoso Político. Antes, habló sobre la participación femenina en la política. “Las mujeres sí son llamadas a estar en la política. Nos quieren en la militancia, en patear calles para buscar votos, en escribir el documento, nos quieren en el trabajo, pero no en el poder”, dijo.
Ungo recordó que en las elecciones de 2014 el 70% de quienes gestionaban las mesas electorales panameñas eran mujeres, según los observadores de la Organización de Estados Americanos. Esto muestra su interés. Sin embargo, en las papeletas de elección eso no se reflejaba: ellas eran apenas el 13% de las aspirantes.
En Bolivia, para que la violencia política pudiera ser un tema tomado en serio tuvo que morir una mujer: en marzo de 2012 la concejala boliviana Juana Quispe fue encontrada muerta. Desde que asumiera su cargo, en 2010, mostró una posición fiscalizadora que disgustó al alcalde y a otros concejales. Ellos la atacaron y llegaron a arrastrarla por las calles para que renunciara.
Quispe fue amenazada de muerte varias veces y aunque acudió a las autoridades no fue escuchada.
En mayo de ese mismo año, Bolivia aprobó la Ley Contra el Acoso y Violencia Política hacia las Mujeres. Esa ley ha sido tomada como referencia internacionalmente.
‘La violencia no es el costo de la política’
¿Dónde se da el acoso?
“Qué perra traidora”, “Ustedes son una desgracia para Alberta, perras mentirosas”, “Sandra debería quedarse en la cocina a donde pertenece”. Estas expresiones se leían en una diapositiva proyectada durante la conferencia de Luz Patricia Mejía Guerrero, secretaria técnica del Mesecvi.
Mejía Guerrero preguntó al público en qué país creía que se produjeron tales ataques. Antes de que el público contestara ella respondió que ese hecho había sucedido en Canadá.
Muchas veces se piensa que esto no pasa en el primer mundo, pero sí ocurre. Sandra Jansen fue una política canadiense que tomó una postura diferente a la de su partido y por ello recibió insultos incluso por redes sociales. Muchos ataques hacían referencia a su género.
‘La violencia no es el costo de la política’
Es acoso o escrutinio
¿Cómo saber que se trata de acoso o es solo parte de la refriega electoral? Mejía Guerrero explica que al participar en política las personas van a ser sometidas a escrutinio. Los votantes tienen derecho a saber. “Es de interés público conocer si una mujer es honesta, si tiene conflicto de interés; pero si la ventilación de su vida afecta su integridad personal, moral o psicológica hay un límite. Es un límite complejo”, advirtió.
La mujer que es cuestionada por tener varias parejas sexuales rápidamente pierde capital político, pero si se trata de un hombre ese hecho no tiene importancia, y hasta puede ser bien visto.
Una de las asistentes al foro comentó durante su intervención: “A las mujeres se nos ataca demasiado, si estamos reunidas o rodeadas de mujeres enseguida nos dicen ‘lesbianas’, pero si estamos con hombres nos califican de fáciles”.
Por su parte, Mejía Guerrero dijo que “La violencia viene de diferentes frentes, viene de los contrincantes, pero también de dentro de los partidos y de quienes ya están ejerciendo en el poder. Hay derecho de expresión, pero si se usa para agredir a una mujer y a su familia con el fin de que renuncie a su cargo, allí hay un límite”. Esta actividad fue organizada por el Instituto Nacional de la Mujer y su directora, Liriola Leoteau, actual presidenta del Mesecvi, en representación de Panamá.
En uno de los intervalos Leoteau agradeció a las asistentes y contó que la invitación principal para esta actividad se hizo a los partidos políticos, para que enviaran a las mujeres. Luego se invitó a las candidatas independientes. Para sorpresa de la directora, las candidatas independientes, incluyendo a mujeres del interior de la república, ocupaban la mayoría de la sala.
Ejemplos de violencia política según la Ley Boliviana sobre acoso
1. Amenazar, asustar o intimidar a una mujer o a sus familiares con el fin de anular sus derechos políticos o de que renuncie al cargo.
2. Limitar o negar arbitrariamente el uso de cualquier recurso inherente al cargo político que ocupa la mujer, impidiendo el ejercicio del cargo en condiciones de igualdad.
3.Proporcionar a la mujer en el ejercicio de sus derechos políticos información falsa, errada o imprecisa, y omitir información que le induzca al inadecuado ejercicio de sus derechos políticos.
Si ve algo, diga algo, haga algo cuando alguien agrede
1. Impulsar cambios en las normas estatales para incluir la violencia política.
2. Denunciar ante los órganos de justicia.
3. Solicitar a las instituciones correspondientes medidas de protección.
4. Solicitar apoyo a las agrupaciones de mujeres.
5. Buscar voces comprometidas que hagan de altavoz.
6. Organizar actos de protesta y sanción social.
7. Apoyar a las mujeres en situaciones de violencia. Si ve algo, diga algo, haga algo.