Voy a echar mano, todavía más, de la tecnología: Voy a aprovechar las herramientas digitales que me faciliten la vida, para que pueda pasar más tiempo con mis hijos. Exploraré la inteligencia artificial, para automatizar lo que pueda y asegurarme de tener más tiempo para los cuentos antes de dormir.
Voy a construir mi tribu: Sacaré el tiempo para asistir a eventos relacionados con mi área de trabajo. Me uniré a grupos de mamás emprendedoras. Saber que otras están en el mismo camino y compartir experiencias con ellas me dará fuerzas y nuevas ideas.
Seguiré aprendiendo: Me mantendré actualizada con cursos y talleres que pueda hacer a mi propio ritmo, porque sé que el mejor ejemplo para mis hijos es seguir creciendo siempre.
Voy a brillar en línea: Mejoraré mi presencia digital para mostrar mi negocio y compartir mi aventura de ser mamá y emprendedora. ¡Es hora de inspirar a otras!
Implementaré prácticas sostenibles: Quiero que mi negocio y mi vida reflejen los valores que enseño a mis hijos, por eso buscaré formas más verdes y éticas de trabajar.
Buscaré nuevas oportunidades: Estaré con un ojo en cómo expandir mi negocio de manera que también enriquezca mi vida. Usaré mis productos, soy su principal embajadora. Sin ser inoportuna me aseguraré de que otros sepan lo que hago y cómo puedo ayudarles.
Equilibrio será mi segundo nombre: Me comprometo a encontrar un balance saludable entre mi vida familiar y mi trabajo. Voy a incluir una rutina de autocuidado de ejercicio y tiempo para mí. Y nada como planificar una escapada familiar después de cerrar un gran trato o encontrar tiempo para las amigas.
Seré astuta con las finanzas: Revisaré mis planes financieros y buscaré asesoramiento para asegurarme de que estoy construyendo un futuro sólido para mí y mis hijos.
Haré sonreír a mis clientes: Quiero crear una experiencia que haga que quienes me compran se sientan como parte de nuestra familia. Un negocio cálido y acogedor es mi meta.
Innovaré: Probaré nuevas ideas y seré creativa. Estaré dispuesta a no hacerlo perfecto la primera vez. Me atreveré y recordaré que dar el primer paso es el más importante. Nadie lo hace perfecto en su primer video o su primera charla en público.
Cultivaré mi marca personal: Compartiré mi experiencia como madre y emprendedora, esperando inspirar a otras en el camino. Mostraré autenticidad, no solo enseñar los logros, también quiero compartir el esfuerzo y las lecciones aprendidas al fallar.
Escucharé mi cuerpo: No iré más allá de mis límites. Mantendré mis controles de salud. Pediré ayuda o rechazaré proyectos que sé no puedo hacer o son demasiado desgastantes.
Daré una mano a otros: Estaré abierta a ayudar a otras emprendedoras como yo y a quienes crea que pueda ayudar.
No competiré por precios: Ofreceré un servicio de calidad por un precio justo. Evitaré caer en la tentación de rebajar mis precios. Recordaré aquella máxima que dice: quienes se van por precios vuelven por el servicio, pero quienes se van por un mal servicio difícilmente regresarán por precio.
Tendré confianza en mí: Voy a apostar a mi negocio y escucharé consejos de quiénes me quieren bien o quienes ya han logrado lo que yo quiero. No daré mayor importancia a los pesimistas de siempre.
Si eres mamá emprendedora y te gustaría agregar nuevos propósitos a esta lista escríbeme a ellas@prensa.com con tu propósito y lo adicionaremos a la lista.
* Suscríbete aquí al newsletter de tu revista Ellas y recíbelo todos los viernes.