La trata de personas es uno de los delitos más vergonzosos que existen, ya que priva de su dignidad a millones de personas en todo el mundo. Es una violación grave de los derechos humanos.
Los tratantes engañan a mujeres, hombres y niños de todos los rincones del planeta y los someten diariamente a situaciones de explotación. Si bien la forma más conocida de trata de personas es la explotación sexual, cientos de miles de víctimas también son objeto de trata con fines de trabajo forzoso, servidumbre doméstica, mendicidad infantil o extracción de órganos.
El próximo 30 de julio es el Día Internacional contra la Trata de Personas proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), como garante de la Convención contra el Crimen Organizado Transnacional y los Protocolos al respecto, asiste a los estados en la aplicación del Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata.
Este Protocolo define la trata como la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.
“Llegar a todas las víctimas de trata de personas, sin dejar a nadie atrás”, es el lema de este año en la conmemoración del Día Mundial contra la Trata de Personas, el cual nos conduce a reflexionar y tomar conciencia sobre todas las víctimas de este delito.
El desplazamiento y las desigualdades socioeconómicas afectan a millones de personas en todo el mundo, dejándolas vulnerables a la explotación por parte de los tratantes. Personas con vulnerabilidades como la pobreza, acceso limitado a la educación, atención médica o empleo digno, que enfrentan discriminación, violencia o abuso, o que provienen de comunidades marginadas suelen ser los principales objetivos de los tratantes.
Según el último Informe Global sobre la Trata de Personas 2022 que realiza UNODC, se concluye que, a nivel global, el número de víctimas de la trata disminuyó en un 11% por primera vez en 20 años. Solamente en la región de Centroamérica y el Caribe se produjo una reducción del 36% en la identificación de víctimas.
De acuerdo a este informe, las mujeres y niñas representan 79% de las víctimas identificadas en esta región, una de las cifras más altas del mundo.
La campaña para el Día Mundial contra la Trata de Personas 2023 tiene como objetivo crear conciencia sobre las tendencias preocupantes identificadas por UNODC y hace un llamado a los gobiernos, fuerzas del orden, servicios públicos y sociedad civil para evaluar y mejorar sus esfuerzos para fortalecer la prevención, identificar y apoyar a las víctimas, y acabar con la impunidad.
Por su parte, los estados han empezado a mejorar sus esfuerzos para implementar el Protocolo contra la Trata de Personas que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, incluyendo el fortalecimiento de marcos nacionales para la identificación y protección de las víctimas de la trata, especialmente durante momentos de crisis.
Para poner fin a la trata de personas no podemos permitir que este crimen sea recibido con creciente indiferencia e impunidad. Debemos fortalecer el combate contra la explotación y abordar los problemas socioeconómicos y culturales subyacentes que propician la trata.
Debemos sensibilizar a todos sobre el tema de la trata de personas y dirigir la atención hacia aquellos que pueden marcar la diferencia al cambiar las políticas y la gestión de recursos nacionales para fortalecer las medidas de prevención, mejorar la identificación de víctimas, aumentar el apoyo a sobrevivientes y poner fin a la impunidad.
* El autor es oficial de Prevención del Delito y Justicia Penal bajo el Programa Global de Trata de Personas y Tráfico de Migrantes de UNODC.
* Las opiniones emitidas en este escrito son responsabilidad exclusiva de su autor.
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