Carolina Arango es una diseñadora industrial panameña que hace tres años lanzó Trasto, una línea de productos para el hogar. Con piedras, madera y tejidos crea vajillas.
No utiliza plástico. Cuenta que la huella de carbono que deja la producción de utensilios, y la quema de combustible para transportarlos, le inquietaban. Quería mitigar ese impacto.
Decidió recorrer ríos y playas para recolectar desechos plásticos en las orillas. Su familia es dueña de un terreno en Portobelo, Colón, y durante sus visitas al lugar notó que la falta de recolección de basura era un problema en la comunidad.
Erizo, las lámparas eco amigables panameñas que salvan mares
Fundó Misión Coral, un proyecto de recolección de plástico en ríos y playas de Portobelo que también pretende proteger la vida de los corales.“Se acercaron muchas niñas de la comunidad interesadas en ayudarnos a recoger plástico. Les enseñamos sobre su efecto en el ambiente y a separarlo”, comentó la arquitecta Marela Carreyó, cofundadora del proyecto.
Marela se dedica a la arquitectura desde hace ocho años y realizó una pasantía profesional en una firma austriaca dedicada a la arquitectura bioclimática. Hace dos años, su amiga Carolina le comentó sobre la idea de crear un proyecto ecológico. No dudó en formar parte.
Erizo, las lámparas eco amigables panameñas que salvan mares
Se le ocurrió crear lámparas. Siguiendo la regla de las tres erres (reciclar, reutilizar y reducir) crearon Erizo; una colección de luminarias hechas con plástico polietileno reciclado.“Queríamos un nombre relacionado al mar. Buscamos en Google y cuando vimos la imagen del erizo negro, era obvio que era el nombre que buscábamos”.
Diseñaron una propuesta innovadora de lámparas. “Queríamos crear un diseño complejo, que al verlo invitara a descifrarlo. Esta forma representa nuestros sentimientos ante el caos y desorden que hay en el entorno, pero a la vez muestra cómo la naturaleza se equilibra”, comentó Arango.
Tres modelos de lámpara conforman Erizo: dos tienen forma cilíndrica y varían en tamaño; la otra, tiene una figura alargada. “El objetivo era crear algo difícil de desechar para que no quedarán de nuevo en el mar”, explicó Marela.
Para su confección, y siguiendo un modelo publicado en internet, crearon una máquina de extrusión de plástico (que convierte plástico triturado en tiras). Un motor de lavadora y ruedas de bicicleta son algunos de los materiales usados para crear esta máquina.
Erizo, las lámparas eco amigables panameñas que salvan mares
Más información sobre la marca Erizo puede encontrarse en su sitio web www.misioncoral.com y parte de los ingresos obtenidos de su venta serán para el proyecto de recolección de desechos de Misión Coral.