¿Qué hace bueno a un bailarín? “No solo que baile bien; que le meta empeño, se enfoque, que tenga la disciplina y que él mismo se crea que puede serlo”, dice Luis Chamorro de 13 años de edad, uno de los jóvenes talentos del programa Enlaces de la Fundación Espacio Creativo.

También él durante la pandemia a veces sintió ‘pereza’ de asistir a sus clases virtuales que eran de 4:00 p.m. a 5:00 p.m. Su mamá le animaba. “Nos mandaban un video y de ese video teníamos que sacar la tarea y después grabarte”. Cuando las clases pasaron a la virtualidad Enlaces les dio a los chicos un chip con data de Internet. En casa bailaba en un espacio chiquito, en su hogar también están sus sobrinos. “Vayan pa fuera” les decía, a la vez que chasquea los dedos.

A Luis le gusta danzar porque le permite expresarse, pero la primera vez lo hizo para hacer algo diferente. En su escuela le hablaron del programa, tenía entonces 8 años de edad. Sabía que le iban a enseñar a bailar y recibiría ayudar con la parte académica de la escuela. Recuerda haber ido a una audición donde se quitó los zapatos y bailó con la guía de una profesora, nunca había hecho eso. Pero le gustó.

Hoy mucha gente le dice que es un buen bailarín y se ríe porque ‘yo de chiquito era terco’. Hoy dice que la danza cambió su vida. Le voy a contar la historia toda. Me dice antes de contarme cómo logró una medalla de plata en el concurso internacional Danza Activa, a principios de julio de 2021.

Después de ser incluido en un grupo de tres bailarines seleccionados empezó a practicar durante dos semanas trabajó en su solo (danza individual). Tenían un mes para ensayar. A él le parecía mucho.

Cuando se trata de danza contemporánea siempre se aprende rápido los pasos. Y aunque a veces sentía que ya había practicado suficiente se recordaba a si mismo que en danza la practica debe ser continua. “Hay que estar metiéndole y dándole”.

El día de la final midió el escenario con la vista, no quería salirse. Los jueces lo evaluaban por Zoom. Ese día pensó bueno “esto ya no es la practica aquí tengo que darlo todo”. En su turno de improvisación la música la favoreció, hizo lo primero que se le vino a la mente pero que era el resultado de semanas de ensayo. El resultado lo supo dos días después.

Luis ganó plata por su solo y en la improvisación obtuvo el segundo puesto. Ese día cayó en cuenta de ‘qué pocotón de gente había bailado’. Era una competencia internacional.