Desde niña quiso formar parte de la Policía Nacional, por lo que portar este uniforme ha sido uno de sus mayores anhelos.
Hace dos meses cumplió 27 años de servicio. Lisbeth María Jaramillo Camarena es teniente de la Policía Nacional. Recuerda el orgullo que sintió la primera vez que usó el uniforme en enero de 1995.
“Fue tanta mi emoción que no me lo podía creer; no quería quitármelo. Salía de la residencia uniformada y cuando culminábamos el turno, siempre andaba uniformada. Tuve que ganármelo, esforzarme mucho durante nuestra formación en la academia de policía Dr. Belisario Porras (ahora Ispol), tomando en cuenta que en esa época éramos pocas mujeres, ya que para ese entonces, era más visto como una profesión para hombres”.
‘Mi uniforme representa…’: Esfuerzo, orgullo y anhelo
Las anécdotas que le han pasado con el uniforme es cuando viaja uniformada. Comenta que siempre le pasaban “chascos” en el transporte público o en la vía. “En una ocasión me gritaron: ‘Policía, le robaron a una persona’. Ocurrió en plena vía a la altura de Calidonia, cerca del mercadito, yo laboraba en la zona de policía de San Miguelito. Nuestros antiguos compañeros superiores nos orientaban que evitáramos viajar uniformados. Ese día las mismas personas habían capturado al presunto que había cometido el hecho, procedí hacia el área de la subestación de San Felipe con el ciudadano a bordo de un vehículo policial, informé a la zona donde laboraba de dicha novedad, la respuesta fue: ‘nueva, no se qué vas hacer pero hoy cuando salgas de turno deberás de salir en civil, sino la voy a arrestar’”.
Lo que más le gusta de usarlo es lo que representa: su esencia, porte, solidaridad, calidez. Lo que menos le gusta es mantenerlo acoplado sin que se aje. “Sé que es imposible, ja, ja, ja”.
Lisbeth es la única policía certificada como intérprete de lengua de señas panameñas. Ha sido intérprete en la Teletón, en la JMJ, en Conéctate con la Estrella del Meduca, entre otros eventos nacionales.