Luego de su boda, Arleth Escarriola planeó mudarse junto a su esposo Yann Gillet a Francia durante cinco años. Si lograba adaptarse, se quedarían viviendo allá; si no, la pareja se regresaría a Panamá, país natal de ella y lugar donde la historia de amor de la comunicadora social panameña y el chef francés inició.
Aunque la barrera idiomática fue uno de sus principales retos, Arleth, de Santiago de Veraguas, ya lleva diez años en Francia. Junto a su esposo, chef especializado en panadería y pastelería, llevan desde hace poco menos de un año la panadería L’Arome Sucré, en la región de Bretaña, y han sido seleccionados para participar de una competencia culinaria televisada para ganar el título de la Mejor Panadería de Francia 2020.
130 panaderías participan en la octava temporada de este programa anual, que será transmitido desde octubre por el canal de televisión francés M6. Las panaderías no se postulan para concursar por este título, lo hacen sus clientes.
La Mejor Panadería de Francia podría tener sabor panameño
“Para nosotros fue una sorpresa ver que los clientes nos habían nominado sin siquiera tener un año de estar abiertos [el local fue inaugurado en septiembre de 2019]. Nos llamaron para participar a finales de febrero, justo al inicio de la crisis por el covid-19“, comenta Arleth en entrevista telefónica desde Bretaña.
En el país europeo el pan forma parte de la cultura nacional. Existen alrededor de 32 mil panaderías artesanales. Este año, 6 mil de ellas fueron postuladas por el público para participar del concurso que reconoce al mejor local de panes y pasteles en el país. Entre ellos, la panadería de una panameña.
Ingredientes que recuerdan a Panamá
Arleth y Yann abrieron su primera panadería en la ciudad francesa Lyon. Ella se encargaba de la parte administrativa y mercadeo del negocio; su esposo era el responsable de la parte culinaria.
La Mejor Panadería de Francia podría tener sabor panameño
Hace un año decidieron vender la panadería de Lyon con el plan de regresar a vivir en Panamá. Pero una visita a unos familiares de Yann en Bretaña, cambió su rumbo. “Encontramos esta panadería que estaba en venta. Era muy antigua y estaba en el centro del la ciudad histórica. Nos pareció muy raro porque ese tipo de locales, en medio de una ciudad turística, no es común. La compramos y la empezamos de cero”.
La panadería se ubica en la ciudad de Dinan en un local construido hace 109 años. Desde 1911 ha funcionado como una panadería. Los nuevos dueños la decoraron a su estilo. La pintaron en blanco y negro en honor a los colores de la bandera de Bretaña; también para demostrar un estilo sobrio, así como le gusta a sus propietarios. Para mantener la parte histórica de la edificación, Arleth recuperó fotos de la antigua Dinan y las enmarcó con fotografías actuales del lugar, tomadas por ella.
En el negocio se ofrecen productos como croissant, panes con chocolate o de leche, viennoiserie, postres, entre otros, hechos con materia prima local. También hay sabores que recuerdan a Panamá: “como mi esposo vivió en Panamá, le gustan mucho nuestras frutas, que acá le llaman exóticas. En la panadería siempre hay algo con maracuyá porque es la favorita de él. Ahora tenemos un dulce de chocolate de leche con crema de maracuyá. Uno de los productos que presentamos en el concurso es una tarta de limón con albahaca, con fondo endulzado con raspadura. Es inspirado en Panamá”.
La Mejor Panadería de Francia podría tener sabor panameño
La Mejor Panadería de Francia podría tener sabor panameño
La mejor panadería de Francia
La Mejor Panadería de Francia podría tener sabor panameño
Este programa buscar redescubrir las especialidades regionales y conocer nuevas tendencias en las panaderías. Para esto se encuentra con artesanos panaderos quienes defienden con su trabajo el patrimonio y la tradición francesa, a la vez que la modernizan con su creatividad.
El chef Bruno Cormerais, Mejor Obrero de Francia en panadería (prestigioso título otorgado por el Ministerio de Educación francés a profesionales que han perfeccionado sus oficios) y el chef Norbert Tarayre son los encargados de visitar las 130 panaderías, en 13 regiones de Francia, para evaluar los cuatro criterios que deben cumplir los locales para avanzar a la final.
Se calificará la boutique (el local), la fabricación de un pan, pastelería y un reto del jurado. Luego, se elegirá una panadería por región y 13 finalistas se encontraran en París para la gran final, durante la cual se proclamará a la Mejor Panadería de Francia 2020.
Arleth cuenta que las grabaciones en su local ocurrieron a finales de julio. “Creemos que nos fue muy bien. Nos dijeron que les había gustado mucho la boutique, nos hicieron un par de críticas constructivas y les gustaron mucho los dos productos que probaron”.
Por ser participantes de la competencia, desde la visita de los jueces, la panadería de la panameña ha podido colocar en su vitrina un póster que dice: Esta panadería participa en el concurso de la Mejor panadería de Francia. El letrero atrae clientes. “Ganemos o no, nos beneficiamos de estar en el programa”.
En Francia, por decreto, las panaderías fueron parte de los negocios que podían mantenerse abiertos durante el confinamiento. Por eso, L’Arome Sucré ha mantenido sus operaciones durante este tiempo. Aún así, las ventas han sido bajas para la panadería ubicada en el centro de un destino turístico. “Aunque fue duro, agradecemos que pudimos permanecer abiertos. En la ciudad vive mucha gente mayor y la visita a la panadería, les daba una salida diaria en medio del confinamiento. Justamente como acabamos de abrir y no somos de la región, nos permitió tener un contacto más cercano con los clientes locales. Los que no nos conocían, empezaron a hacerlo. Pudimos tomarnos el tiempo de conversar más con ellos porque no teníamos fila”.
Los locales de comida y bares ya están abiertos en horarios regulares desde mediados de junio. Arleth comenta que ya están llegando los primeros turistas y su personal ya se reincorporó.
Los episodios donde saldrán la panadería de Arleth y su esposo se transmitirán en enero. El premio de este concurso radica en el prestigio de ser la mejor panadería de un país donde el pan es una tradición, y la publicidad que dicho título atrae.