Apenas el pasado mes de febrero, una ley regulaba por primera vez el teletrabajo en Panamá. Laborar de modo remoto sería una opción, nadie sabía que una pandemia estaba en puertas y que el teletrabajo no sería una opción, sino un modo de salvaguardar nuestra salud.
Aunque las realidades acostumbradas se han tambaleado, estos tres profesionales cuentan sobre los principales cambios en el ejercicio de su vida laboral, en teletrabajo.
El camarógrafo de un noticiero nacional tiene 13 años
Desde hace un mes, Castalia Pascual conduce desde su casa el noticiero matutino de TVN canal 2. “Jamás imaginé que tendría que acostumbrarme a cámaras, monitores, lamparas y cables en mi casa”, comenta la periodista.
Dice que lo que más extraña es compartir con sus compañeros, “mi rutina era terminar el noticiero y subía a la cafetería a desayunar con Grétel (Méndez), Icard (Reyes) y nuestro director Axel Rivera. Ahí adelantábamos las ideas para el siguiente día. Ahora todo es por teléfono y me ha costado muchísimo porque soy muy sociable”.
Panameños en teletrabajo: cuando la casa se convierte en un estudio de noticias o en aula de clases
Transmite desde un espacio ubicado entre la sala y el comedor de su residencia. Por la decoración, se refiere a él como su rinconcito interiorano. “Cuando vinieron con la idea de hacer el noticiero desde aquí les dije: ‘está bien, pero mi casa no me la intervengan mucho’. Me querían poner una pantalla plasma de 80 pulgada detrás mio y dije que no, quiero mi casa lo más normal posible”, cuenta.
Gabriel, su hijo de 13 años, ahora es su camarógrafo. “Al principio pregunté quién me iba a ayudar a hacer el noticiero. No quería que nadie viniera porque en el edificio no quieren que personas extrañas estén entrando. Me dijeron que tranquila, que le darían a mi hijo un curso rapidito de cámaras. Él se entusiasmó muchísimo con la idea”.
Panameños en teletrabajo: cuando la casa se convierte en un estudio de noticias o en aula de clases
Gabo, como le llama su mamá de cariño, se levanta puntualmente a las 5 de la madrugada. “Se para y religiosamente enciende la antena de transmisión, prende las lámparas, las ajusta, enciende las cámaras, revisa las baterías de los micrófonos y me deja todo listo. ¡Ah! y me sirve el café”, describe Castalia con un tono de orgullo cubierto de ternura.
“Él está feliz, porque además le pago 5 dólares al día. Le dije que de esto nos vamos a acordar toda la vida, de cuando no tocó hacer un noticiero nacional desde la sala de la casa”.
Al trabajar desde casa, el vestuario de la comunicadora se ha relajado poco. “Sabes que como uno solo sale de la cintura hacia arriba, el primer día, me dije que como nadie me iba a ver, y siempre y cuando no tuviera que ponerme de pie, me iba a poner un pantalón así como pijamita. Al día siguiente Eddy Vasquez me pidió que me quedara con ellos un rato en Jelou, y estaban haciendo una dinámica donde había que levantarse. Quedaron muertos de la risa cuando les dije que abajo tenía pijama”.
‘Maestra, ¿ese es su cuarto?’
Panameños en teletrabajo: cuando la casa se convierte en un estudio de noticias o en aula de clases
La maestra de matemáticas de primer grado, Lena Castillero, dice que ahora que sus clases escolares son virtuales, puede levantarse 10 minutos antes que inicie su horario.
La teacher, que trabaja en un colegio de educación 100% billingue, tiene seis años de enseñar a niños y labora en uno de los colegios particulares que siguen dando clases en modalidad virtual. Es también abogada, juega flag football y fue modelo.
En teletrabajo, su rutina es más relajada “Ahora comparto con otros compañeros de trabajo (mamá, papá, hermano y mascota, jajaja). Puedo vestirme más relajada. Los intermedios entre clases son más divertidos porque me permite hacer actividades diferentes como tomar una siesta o ver un pedacito del capítulo de una serie”, cuenta sobre su nueva realidad laboral.
Desde casa, las herramientas que se suelen utilizar para dictar una clase presencial, varían: “En vez de usar tablero, ahora uso Paint y les comparto mi pantalla para explicar la lección. Antes tenía que alzar mi voz, ahora uso micrófono y auriculares”.
Panameños en teletrabajo: cuando la casa se convierte en un estudio de noticias o en aula de clases
Mantener la atención de los niños es el mayor reto de dar una clase en línea. “Muchos padres de familia se han convertido en nuestros mejores asistentes” asegura.
Curiosamente, los estudiantes ahora ven el rostro de su maestra más cerca (en la pantalla) que cuando estaban en el aula. Por ello, las preguntas durante las clases han variado: “Un día estaba en plena clase y una estudiante me pide la palabra para decirme: “Teacher Lena, me gusta tu cabello”. Vieron que tenía una taza y me preguntaron que si estaba tomando café. En otra ocasión, una estudiante notó el fondo en donde yo estaba y me preguntó que si ese era mi cuarto”.
Consulta psicológica junto al perrito
Panameños en teletrabajo: cuando la casa se convierte en un estudio de noticias o en aula de clases
El doctor Alvaro Gómez Prado es psicólogo clínico y psicoterapeuta. Ahora, atiende sus consultas en línea. “La terapia psicológica online es igual de efectiva que la presencial pero no es igual de eficiente. Es decir, se logran los objetivos pero toma más tiempo, en parte porque la comunicación no verbal se limita mucho a través de la videollamada y los terapeutas necesitamos tomar más tiempo para asegurarnos de estar “leyendo” bien al paciente”, explica.
De las sesiones en su consultorio, extraña detalles como poder pasar pañuelos desechables a una persona que llora “y mostrarle con ese gesto que uno está allí para él o ella”, señala.
Trabajar sin zapatos o en compañía de su perro, a quien los pacientes ya esperan ver, son beneficios que ha encontrado del teletrabajo.
Piensa que no poner límites claros en la agenda, y como resultado trabajar más horas, es un gran error que pueden comente las personas que se encuentran trabajando desde casa.
Establecer horarios, con espacios para el trabajo, el descanso y el esparcimiento le ha ayudado en su productividad laboral. “Sirve mucho conversarlo con las personas que estén en casa para que todos estemos muy claros en qué momentos uno está en modo trabajo.