¿Qué pasa con las mujeres que buscan avanzar en sus carreras y alcanzar roles de mayor liderazgo?

Sabemos que las mujeres aún enfrentan algunos desafíos para ingresar al mercado laboral, pero donde la presencia de mujeres se ve considerablemente disminuida es en cargos más altos.

De acuerdo a un estudio realizado por McKinsey & Company en 2022, en roles de ingeniería, por ejemplo, solo 52 mujeres son promovidas a manager por cada 100 hombres, lo que demuestra la lentitud en la que estos espacios se abren para las mujeres.

Y aunque varias organizaciones están buscando estrategias para resolver la desigualdad de género y promover espacios de liderazgo diversos e inclusivos, todavía falta mucho por avanzar en este camino. Se ha demostrado que los equipos con una cuota femenina en la dirección generan más beneficios y retienen de mejor manera el talento.

La clave para liderar a otras personas se relaciona con habilidades intrapersonales (autoconciencia, autoconfianza) y las interpersonales (comunicación, influencia), más allá de los conocimientos técnicos.

Conforme las mujeres avanzamos en nuestras carreras, especialmente en campos donde estamos subrepresentadas, frecuentemente nos sentimos solas. Nos hacen falta mentoras y referentes para acompañar las cientos de decisiones críticas que marcan nuestras carreras. Sin una comunidad para compartir nuestras experiencias y ofrecer apoyo mutuo, es difícil navegar los altos y bajos de la vida profesional. Esta falta de soporte muchas veces nos limita para alcanzar nuestro máximo potencial.

En este sentido Laboratoria +, una comunidad de desarrollo profesional para mujeres creciendo en roles de liderazgo, ha identificado cuatro habilidades que son claves para llegar a esas posiciones de liderazgo:

- Autoconocimiento: tomarse un tiempo para conocerse a sí mismo, descubrir debilidades, capacidades y fortalezas que nos lleva a saber en qué aspectos se debe mejorar y qué habilidades se necesitan adquirir o potenciar.

- Construir confianza: una habilidad fundamental con dos elementos a considerar: el carácter y la competencia. El carácter incluye integridad, motivación e intención, y las competencias que son capacidades, habilidades y resultados. Esto junto permite adquirir la confianza en nosotros mismos y transmitir eso al equipo.

- Reconocernos a nosotras mismas como líderes: atreverse, tener la seguridad y admitir a nosotras mismas que tenemos una ambición y alcanzarla. Poner todos nuestros recursos, capacidades y enfocarse en lograr ese objetivo.

- Gestionar de forma más estratégica la influencia: empezar a tener una red dentro de las empresas y también fuera de ellas para acompañamos a construir esas habilidades.

Hoy se sabe que existe una diferencia en la inserción de género en el mundo laboral. En Latinoamérica, el 76% de los hombres están en la fuerza laboral, pero solo el 52% de las mujeres lo está, según datos de la ONU de 2020. Cuando las mujeres sí trabajan en el mercado formal, existen disparidades salariales importantes y falta de representación femenina en puestos de liderazgo.

Asegurar la inclusión a través del liderazgo no se limita a incrementar la proporción de mujeres o cualquier otro tipo de diversidad en un equipo, es un proceso con alcances mayores a la representación. Implica lograr que todas las personas se sientan respetadas y valoradas por lo que son en sus lugares de trabajo. Es lo que libera el poder de la diversidad, asegurando que diferentes perspectivas sean tomadas en cuenta y personas diferentes puedan alcanzar su máximo potencial.


* La autora es CEO de Laboratoria+, comunidad de desarrollo profesional para mujeres creciendo en roles de liderazgo.

* Las opiniones emitidas en este escrito son responsabilidad exclusiva de su autora.

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