Visitar los hangares del aeropuerto de Changuinola, en Bocas del Toro, no era nada extraño para Betzabé Rodríguez cuando era niña. Su papá, controlador de tránsito aéreo, la llevaba con él a trabajar en ese lugar. Su casa, además, quedaba a un costado de la cerca perimetral del aeropuerto. Desde pequeña lo supo, quería dedicarse a la aviación.
Itza Castillo también veía con atención especial a los aviones. Cuando se graduó de la secundaria ingresó a la Universidad Tecnológica de Panamá a estudiar electrónica. Cursando la carrera, el centro de estudio anunció la apertura de un nuevo técnico en electrónica de aviación. “Veía a los aviones como algo inalcanzable, pero cuando abrió esa carrera me dije: sí me veo reparándolos”.
Betzabé e Itza son dos mecánicas de aviación en el Hangar de Mantenimiento de Copa Airlines. Itza es además instructora de la Academia de Técnicos Aeronáuticos (ATA) de la compañía. Betzabé es desde hace cinco años supervisora regional de mantenimiento de estaciones.
El número de profesionales femeninas de la aviación crece, sin embargo siguen siendo minoría en sus áreas sobre todo sin son especialidades técnicas.
El 24 de mayo se conmemmora el Día del Técnico Aeronáutico. Estas panameñas saben que crecer en estas carreras, que aun muchos consideran solo para hombres, conlleva esfuerzo, disciplina y apoyo entre ellas.
La impresión al entrar al salón de clases
Betzabé Rodríguez. Fotografía. Pastor Morales
Betzabé, veragüense y criada en Bocas del Toro, se mudó a los 16 años a la capital para estudiar su carrera en aviación. “Fue retador. Al estar sola, debía ser autosuficiente. Además sentía la presión de una carrera en la que apenas entras al salón de clases, el primer impacto que te llevas es que todos son hombres”, comenta la mecánica en entrevista a Ellas desde el hangar de Copa Airlines, en Tocumen.
Izta fue una de las cinco mujeres de más de una veintena de estudiantes que ingresó en la primera promoción de la carrera de aviación en su universidad. “En la actualidad, nosotras hemos roto el paradigma de ese monopolio varonil que había en este campo. Si vas allá abajo (al hangar) podrás ver muchas mujeres. Cuando empezamos a trabajar, solo se veía a una o dos.”, menciona.
Ambas están especializadas en aviónica, que es la aplicación de la electrónica en la aviación. Aunque existen varias especialidades, como sistemas o motores, se deben estudiar todas la áreas si se quiere optar por posiciones de liderazgo, como las de ellas.
Itza Castillo. Fotografía. Pastor Morales
Itza es instructora de la Academia de Técnicos Aeronáuticos. Siendo técnica, notaba sus ganas de ayudar a sus compañeros, se veía enseñando. Cuando Copa lanzó un programa de docencia no dudó en aplicar.
Como supervisora regional de mantenimiento de estaciones, Betzabé gestiona, entre otras funciones, el mantenimiento que dan los proveedores regionales a las aeronaves de Copa en cada uno de sus destinos. Tiene cinco años en ese puesto.
Aunque ahora menos que antes, los estereotipos asociados al género de quienes trabajan en estas profesiones siguen existiendo. Ellas lo han experimentando. “Piensan que somos débiles, hay algo de machismo”, cuenta la instructora. “Cuando estudiaba, era horrible; hasta me apartaban. Como instructora también lo he vivido. Cuando entro al salón, hay personas mayores que yo, con años de experiencia. Incluso, hay señores que en las clases virtuales se han retirado. No niego que cada vez que entro a un salón me tiemblan las piernas, pero una es fuerte”, comparte Itza.
Ella es la instructora de los técnicos que están en las estaciones que maneja Betzabé. Por su parte, la supervisora cree que el incremento de personal femenino en la carrera hace que la brecha se vaya cerrando, pero siguen existiendo pensamientos erróneos que ponen en duda la capacidad de las profesionales. “Suelen creer que cuando tenemos un hogar, no será posible para nosotras mantener el trabajo. Llevó 15 años de matrimonio y tengo dos niños. Sí, cuando te conviertes en madre la vida cambia, pero ellos se convierten en la energía que te impulsa a levantarte cada día”.
Más técnicas de aviones
Hangar de Copa Airlines, Tocumen
El campo de la aviación es una de las áreas que mejor demuestra la capacidad del ser humano en superar sus limites de imaginación, inteligencia y perseverancia.
Ese crecimiento se asegura cuando se hacen esfuerzos para formar profesionales a la altura de la innovación propia de la industria.
En Panamá, la Academia de Técnicos Aeronáuticos (ATA) de Copa Airlines desarrolla personal para realizar trabajos de mantenimiento e inspección de sistemas en aeronaves. Estos programas son para técnicos y estudiantes egresados de colegios técnicos, que pueden ser becados por la academia a a través de la Fundación Despega.
Actualmente, cuentan con 15 mujeres técnicos y les interesa sumar más. En los próximos meses iniciarán los grupos de formación y esperan más estudiantes femeninas.
Itza ve cómo las mujeres tienen mucho que aportar cuando llegan a estos trabajos. “Somos disciplinadas y organizadas”, opina. “Siempre he pensado hacer un grupo de chicas y escuchar sus necesidades, cómo les está yendo en sus áreas, qué se puede mejorar, que está pasando con esos estereotipos, darle seguimiento a sus procesos”.
El apoyo entre mujeres que comparte estas experiencias profesionales, ayuda a navegarla con más seguridad. “Itza y yo solo somos dos ejemplos de muchas panameñas que han triunfado en este campo”.