Olvidar cosas, perder algo, no recordar una cita son situaciones que a cualquiera le pueden pasar, pero entre más años se tiene, resulta un motivo mayor de preocupación.
El deterioro cognitivo acompaña a la vejez, pero hay evidencia que apunta a que se puede retrasar siguiendo ciertos cuidados.
En 2019 la Organización Mundial de la Salud propuso algunas pautas para mantener la salud cognitiva, basado en que hay factores de riesgo que de ser atendidos podían prevenir la demencia en un 35% de los casos. Estos factores de riesgo son: poca educación (terminar la primaria hace la diferencia); el aislamiento social, la pérdida de audición, la obesidad, el tabaquismo, depresión, el sedentarismo y el consumo de alcohol.
Mantenga sus amistades
No se aisle
Conversar, hablar, reír, intercambiar ideas es beneficioso para su salud mental. Una actividad social puede ser almorzar con un amigo, caminar por el barrio con alguien, hacer trabajo voluntario en su comunidad son buenas maneras de ser social. Aunque a toda edad se puede hacer amigos, es importante cultivar amistades a lo largo de la vida para mantener una red social de apoyo. Y si en casa hay abuelos mayores, no desestime la importancia de visitarlos y conversar con ellos.
A moverse
Actividad física moderada
Salud cognitiva: a cuidar mente y cuerpo
En el mundo, hay bastante literatura médica respecto a que el ejercicio moderado puede retrasar la aparición del deterioro cognitivo o ralentizar su avance, dice el doctor Ronald Petersen, director del Centro para Investigación sobre la Enfermedad de Alzheimer de Mayo Clinic. Por ejercicio moderado se entiende hacer ejercicio aeróbico durante más o menos 150 minutos por semana equivalentes a hacer 50 minutos 3 veces a la semana, o ejercitarse 30 minutos 5 veces por semana. Esto incluye caminata fuerte, natación o trote, si lo prefiere. La actividad física también ayuda a mantener un peso saludable y a combatir la presión alta. Cada vez que pueda camine. Para que no lo vea como una obligación, encuentre una actividad física que disfrute.
Manténgase intelectualmente activo
Aprenda un nuevo idioma
Salud cognitiva: a cuidar mente y cuerpo
Hablar más de un idioma retarda el deterioro cognitivo, no importa si lo aprende en edad adulta. Ciertamente un niños de cinco años adquiriría el conocimiento más rápido, pero hay beneficios en hacerlo a cualquier edad.
Inscríbase en una clase (La Alianza Francesa enseña francés y en la Universidad Tecnológica hay cursos hasta de coreano y japonés). O empiece a aprender por su cuenta en Youtube o en ‘podcast’. Lo mejor es elegir un idioma que le atraiga y practicar con temas de su interés. ¿Está aprendiendo francés y le gusta la cocina? Pues siga un blog en ese idioma, sobre cocina.
¿Qué dijo?
Vaya a revisar sus oídos
Salud cognitiva: a cuidar mente y cuerpo
Subir el volumen del radio o de la televisión no es la solución. La pérdida de audición no es normal y debe ser atendida.
“Cuando se pierde el oído, uno dedica más tiempo y más capacidad cognitiva a intentar entender lo que le dicen. El cerebro trabaja horas extras para distinguir las palabras y entender las oraciones. Entonces, si se invierte mucha energía en algo tan simple como escuchar y entender lo que dicen, no queda nada para otras actividades. Aunque esto no cause la enfermedad de Alzheimer ni una demencia estructural, sí lleva a un cambio en la capacidad cognitiva”, explica el doctor Colin Driscoll, cirujano de cabeza y cuello de Mayo Clinic.
Quienes no oyen se aíslan y dejan de participar en actividades sociales. La mayoría de los casos de pérdida del oído mejoran con audífonos e implantes cocleares. Hágase un examen.
Escuche música, cuente
Estimule su cerebro
Salud cognitiva: a cuidar mente y cuerpo
Para mantener estimulado el cerebro en la tercera edad se pueden realizar diversas actividades dependiendo de la condición cognitiva y el estado físico, explica la panameña Elma Espino, fundadora del proyecto Abuelis.com, que promueve, a través de dinámicas, el bienestar de los adultos mayores.
Las actividades que Elma recomienda son escuchar música de sus tiempos, contar y recordar acontecimientos felices ocurridos en la infancia y juventud, realizar algún ejercicio físico que su condición le permita, incluyendo bailes; juegos de mesa: juegos de memoria; dibujar, colorear o hacer rompecabezas.
Todas estas actividades, expresa Elma, estimulan la concentración, observación, atención y las capacidades motrices que corresponden, entre otras, a las facultades cognitivas.