Un ultrasonido es una onda sin ruido, una frecuencia sorda… y en Griselda López: una manera de narrar, literariamente, sus mundos y vivencias.
Dueña de una mirada que denuncia, revela y confiesa, su último libro de relatos Ultrasonido (Ciudad de Panamá 2021), destaca por la plasticidad del estilo lingüístico de la periodista-literata, y por esa manera que tiene su pluma de construir escenarios sagaces y profundos.
Empezando con “Una jaula llamada Úrsula” hasta cerrar con “Los viejos cuentos del emblemático Príncipe Azul”, Griselda López consigue sumergirnos en una secuencia de (ultra)sonidos y gritos reales, en la que destacan los ritmos acentuados y alternancias entre miradas optimistas y sentencias dolorosas. Desde punzantes experiencias personales que llevan títulos como: “Cuánto durará”, La ausencia”, “El corazón”, “El toque” y “Ya no estaba”, a la construcción de imaginarios de un fuerte calado sociológico y de denuncia solidaria, como: “Julián”, “A merced de las olas”, o la parodia político-humorística “El extraterrestre”, el libro destaca por su sinceridad y dominio de la palabra, pero también por la entereza con la que se asoma a sus propias magulladuras y esperanzas, así como al mundo inhóspito que la rodea.
Pero no solo por la generación de paradojas entre realidad y ficción sobresale Ultrasonido. Más allá de los constantes juegos y referencias que acercan (y alejan) los relatos de la confesión dolorosa e intimista y a la querella social, el libro es un retablo de buen hacer literario, donde se siente y perdura el enorme recorrido de Griselda López por las letras. Se trata, ante todo —y de ahí su gran valor narrativo— de una obra que busca reconciliarnos (como lectores) con la vida… denunciando, por el mismo camino, la desconexión del mundo con la realidad. En resumen: una obra de ida y vuelta. Perfecta para estos días en los que necesitamos de una palabra honesta, cercana, amiga, que nos hable, con confianza, detrás de los ultrasonidos.
La autora es escritora, poeta y abogada panameña
Sonidos y ultrasonidos de Griselda López