En el pintoresco vecindario East Village de Manhattan, en Nueva York, existe un rincón con aroma a café chiricano. El trabajo de mola, hecho por una mujer guna en Panamá, adorna la camisa filipina de la chef repostera Elisa Lyew Castrellón, la panameña que endulza la ciudad con los postres no tradicionales de su dulcería Elisa’s Love Bites.
Este bakery de corazón panameño demuestra que lo dulce también puede ser saludable. Sus postres son preparados con ingredientes y endulzantes naturales como el azúcar de coco.
Esta innovadora propuesta gastronómica ha llevado a Elisa a trabajar en televisión. Cuando la producción de la serie Madam Secretary, de la cadena CBS, necesitaba un chef que preparara un menú libre de gluten para la actriz Téa Leone, buscaron a la panameña. Hace lo mismo para la serie Evil, de la misma compañía televisiva.
Un mordisco de amor panameño en Nueva York
En 2020, Elisa’s Love Bites fue elegida por la revista Time Out como la dulcería con la mejor galleta de chispas de chocolate libre de gluten de la ciudad. “Estas galletas harán que te preguntes: ¿realmente son libre de gluten? Su perfecta textura es tan confortante como cualquier otra versión hecha con harina de trigo. No vamos a preguntar nada más porque no podemos dejar de comer esta delicia”, describía parte de la reseña hecha por la revista neoyorquina a las galletas de la panameña. Conversamos con ella hasta la ciudad de Nueva York.
Actriz no, mejor repostera
Un mordisco de amor panameño en Nueva York
Hornear siempre fue su hobbie. En secundaria, cuando quería ganar su propio dinero y no depender solamente de lo que su papá le daba cada semana, se animó a vender dulces y galletas a sus profesores y compañeros.
Desde pequeña vio con duda lo común que era que muchas mujeres dejaran sus trabajos cuando se casaban “Nunca quise eso, tener que pedir dinero a mi esposo si me quería comprar algo”, comenta.
Un mordisco de amor panameño en Nueva York
Llegó hace 17 años a la ciudad de Nueva York con la ilusión de ser actriz. Al mudarse a Estados Unidos, luego de graduarse del colegio en Panamá, estudió administración de medios de comunicación y teatro. Pronto desistió de perseguir una carrera en la actuación, no veía cómo podría sobrevivir económicamente mientras buscaba esas oportunidades.
Se graduó y trabajó por varios años en relaciones públicas, pero su último empleo en esa área lo perdió durante la gran recesión económica en Estados Unidos en 2008. Consiguió trabajo en un restaurante, “en ese momento pensé que sería algo temporal”. Ahí descubrió que trabajar en esa industria le gustaba, empezó a tener sentido el gusto que desde niña sintió por la cocina.
Un mordisco de amor panameño en Nueva York
Por siete años trabajó en varios restaurantes para adquirir experiencia y ahorrar. Tener su propio negocio siempre fue la idea. Fue repostera, host, asistente de la gerencia del restaurante, entre otros. Aprendió del negocio tanto dentro como fuera de la cocina. Aunque estas posiciones no suelen ser bien pagadas, piensa que para ser tu propia jefa algún día, es primordial conocer el trabajo de todas las áreas.
Cuenta que levantar un negocio en Estados Unidos no es fácil, sobre todo si es mujer o una persona no blanca. Es común enfrentar obstáculos a la hora de solicitar financiamiento para un proyecto. Ella lo logró luego de años de ahorros y trabajo. Ahora ha notado que movimientos sociales como Black Lives Matter y Stop Asian Hate han visibilizado más estas desigualdades y hay entidades enfocadas en trabajar con esta población.
Con café panameño
Un mordisco de amor panameño en Nueva York
En 2014 abrió la dulcería Elisa’s Love Bites. La chef cuenta que el nombre de su emprendimiento tiene doble sentido “como cuando te besan en el cuello y te dejan una marca o puede representar a comida hecha con amor”.
Honrando lo que aprendió en casa, la buena alimentación, su emprendimiento ofrece postres sin ingredientes como azucares añadidas, harina blanca, colorante o preservativos que tradicionalmente se usan, pero que no aportan beneficios al cuerpo cuando se consumen. “El punto de comer es alimentar al cuerpo, no solo llenarse”.
Su menú es libre de gluten. Para sus recetas, usa harina de almendra, de avena y de arroz. Para endulzar, usa opciones como agave, jarabe de arce o azúcar de coco que proviene de un proceso de cristalización de la salvia de la flor de coco y al consumirla no eleva los niveles de glucosa.
Un mordisco de amor panameño en Nueva York
Para representar a Panamá en su dulcería, el café que sirve es la Finca Don Vicente, que se lo envían apenas es tostado en Chiriquí. Este café lo presenta con pequeñas tarjetas que cuentan sobre su origen en Tierras Altas. “Acá toman mucho café colombiano. Les explico a las personas de dónde viene el café que presento. Se emocionan cuando les cuento, ven que es algo especial”. Adicionalmente, la dulcería cuenta con una variedad de cafés panameños para la venta, entre ellos, variedades del Geisha.
El legado de los abuelos
Un mordisco de amor panameño en Nueva York
Para esta entrevista nos reunimos vía Zoom. Detrás de ella, se apreciaba una fotografía grupal en sepia. Era una imagen de sus abuelos paternos en el día de su boda. Al lado del retrato se ubicaba una cajita “Aquí están las recetas de mi abuelita que falleció hace cuatro años”, me cuenta al mostrarme la caja abierta con los sabores heredados de su abuela Cynthia.
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Elisa es de ascendencia asiática. Su abuelo paterno, Percy, era chino. Ella rememora las reuniones familiares de cada domingo durante su infancia, en el restaurante Lung Fung para comer dim sum. “Mis papás se casaron ahí. Mi abuelo siempre me daba una moneda para pedirle un deseo al Buddha. Lo que sea que le pedía, se me cumplía”. En su última visita a Panamá, la chef tatuó en su brazo al Buddha que se encuentra en ese restaurante.
Su abuela materna, Isabel, le transmitió la costumbre de la alimentación orgánica, de preparar con ingredientes naturales. “Cuando visitaba a mis abuelos en Chiriquí, veía cómo mi abuela hacia todo, el pan, jugo natural. Ahora mi vida está basada en eso y es lo que le ofrezco a la gente.
Un mordisco de amor panameño en Nueva York
Elisa’s Love Bites se ubica en 441 East 9th Street, New York, NY 10009.
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