Jacqueline Pulei es una pianista profesional, panameña, radicada en Francia. Fue una de los siete jueces de la VIII° edición del Concurso Internacional de Piano Nelly y Jaime Ingram, representando por primera vez a su país como jurado en una competencia internacional.

Una existencia musical

Desde pequeña desarrolló un interés por la música gracias a la motivación y guía de sus padres. A los siete años empezó a tomar clases de piano. En paralelo, tomaba clases de ballet, en las cuales también mostraba talento. Al llegar el momento de tomar una decisión eligió la vía de pianista.

A los 14 años, ofreció su primer concierto junto con la Orquesta Sinfónica Nacional, en el Teatro Nacional, al cual, hasta el día de hoy, le tiene mucho cariño. Poco tiempo después, llegó a Panamá una pareja de pianistas franceses: Nadine y Leslie Wright, para dar una clase maestra de piano en el Teatro Nacional. Jacqueline se presentó, y decidieron llevarla a París para formar parte del Conservatorio Europeo de Música de París. Era 1977, y teniendo apenas 14 años, se mudó a Francia para estudiar en esta institución.

A los 16, ya estando en París, dio su primera gira como pianista.

A los 17 años, después de 3 años de estudios y giras, obtuvo su Diploma Superior de Música del conservatorio y, un año después, a los 18, el Diploma de Excelencia por votación unánime.

En el conservatorio también conoció a un estudiante francés, Pierre Deschamps, su futuro esposo, y comenzó la gran aventura de su vida. Luego de haberse casado, decidieron unir también sus vidas profesionales y formaron el dúo Cuatro Manos, Dos Pianos, ofreciendo recitales y conciertos por el mundo, e interpretando obras de grandes compositores, rompiendo las concepciones de que mezclar trabajo y familia suele terminar mal: “Yo no sé por qué dicen que no es posible, que no funciona, para nosotros ha sido una gran experiencia y sigue siendo una hermosa aventura. Hacemos todo juntos, trabajamos juntos, respiramos juntos, así que es algo fantástico”.

Sobre el concurso

El Concurso Internacional de Piano Nelly y Jaime Ingram es un evento panameño creado en 2002, que ocurre una vez cada dos años. Es un espacio en el que jóvenes pianistas de todas partes de mundo pueden mostrar su talento y habilidad.

En la octava edición, Jacqueline Puleio fue la única mujer de los siete jurados, que también incluía al ganador de la edición de 2010 como juez.

Al hablar del concurso muestra entusiasmo, ella habla un perfecto español con un dejo francés. “Para mí es un reconocimiento”. Añadió, que la oportunidad le permitió sentirse panameña.

Los jóvenes y la música

Según la pianista, desde hace unos años hacia acá, ha habido muchos progresos. Durante el concurso notó la asistencia de jóvenes en uniformes escolares que vinieron a escuchar una de las competencias, incentivados por sus maestros. También se percató de que, saliendo del domo de Curundú, donde funciona la Escuela de Música de la Universidad de Panamá, por las noches, había muchos jóvenes estudiando y tocando instrumentos. Para ella, es un progreso inmenso, que se da gracias a personas que tienen la voluntad de hacerlo.

Una panameña pianista en Francia

Una panameña pianista en Francia

Viendo hacia el futuro

Después de tanto viajar, Jacqueline y su esposo están dedicados a transmitir una herencia musical. Según ella, “las vocaciones ya están, el talento existe. Solo hay que descubrirlo”.

Son profesores en el Conservatorio de Plaisir y una escuela semiprivada, Rencontres Musicales de la Plaine de Versailles, en donde dan clases de piano y tienen profesores que dan clases de violín, guitarra y chelo.

Además de la enseñanza, Jacqueline sueña con regresar a Panamá para tocar con su esposo en el Teatro Nacional, el lugar de su primer concierto.

Pero al final del día, lo que quiere es sencillo: seguir su vida, dando mucho amor a sus alumnos y sobre todo, a toda su familia. “A nuestra edad, ¿qué más podemos pedir? Afortunadamente lo tenemos todo: unas hijas, un nieto, el amor, la familia. Estamos juntos. Somos solidarios. Todo lo que tenemos es para ofrecércelo a los demás, toda nuestra experiencia. Lo más importante es dejar nuestro legado musical”, cuenta la pianista.

Una panameña pianista en Francia

Una panameña pianista en Francia

CONSEJOS

1. Se debe empezar temprano, recomienda Puleio. Apenas se ve que un niño tiene habilidades hay que motivarlo y darle la oportunidad de conocer a profesores con experiencia para que pueda perfeccionarse.

2. Los intercambios culturales son muy beneficiosos para los jóvenes para que salgan del país y conozcan otras culturas. Es importante abrirse al mundo.

3. La motivación de los padres es muy importante. Tienen que apoyar a los niños. La ausencia de este apoyo es el mayor obstáculo para un joven músico.